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Gobierno argentino busca reforzar imagen de apertura económica tras avances del primer a?o, dice analista
Las recientes medidas del Gobierno y del Banco Central de la República Argentina de habilitar los pagos con divisas dentro del mercado interno, así como la flexibilización del sistema "antidumping", buscan reforzar ante la opinión pública la imagen de una mayor apertura económica, tras los indicadores económicos alcanzados en 2024, expresó el analista Jorge Marchini.
El Gobierno argentino y la autoridad monetaria autorizaron de manera reciente que las transacciones con tarjetas de débito puedan pagarse con dólares y otras divisas.
Habilitaron también a comercios para exhibir sus precios locales en moneda extranjera, medida que a decir de Marchini busca demostrar mayor estabilidad en las condiciones internas de la economía, tras los avances mostrados sobre todo en materia de inflación el a?o pasado.
"Con esta medida, el Gobierno desea demostrar ante la opinión social que estamos en el tono de la economía internacional. Es un viejo tema de campa?a, de estabilidad, de mostrar la atadura al dólar. Todo ello en un a?o electoral", afirmó en diálogo con Xinhua el también economista y vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana.
Para Marchini, la idea del Gobierno de establecer una "competencia de monedas" no implica que en la actualidad haya condiciones para un proceso de dolarización, idea que tomó fuerza durante la campa?a electoral del presidente Javier Milei.
"La competencia de monedas no tiene condiciones para avanzar hacia un régimen de dolarización. No puede haber una dolarización absoluta hoy por muchos motivos, primero por los precios relativos de la economía local", indicó el entrevistado.
"Argentina es un país caro en este momento. La inflación ha seguido un ritmo de aproximadamente el 3 por ciento mensual. La devaluación ha sido del 2 por ciento y ahora se plantea que sea del 1 por ciento para bajar más", complementó el economista.
El también profesor en la Universidad de Buenos Aires consideró que como en la nación había precios relativos "muy convenientes" para poder exportar, en el periodo muy corto de un a?o "ha pasado a ser todo lo contrario".
Marchini apuntó que esta situación genera que se inhiban las exportaciones y se multipliquen las importaciones, lo cual "afecta la balanza de pagos".
El entrevistado comentó que el Gobierno tiene una dificultad que le impide avanzar a una eventual dolarización en el corto plazo, relacionada con sus compromisos externos y de falta de reservas.
Lo que buscaría la actual administración en tal sentido es ratificar el carácter liberal del programa económico, basado en las actuales condiciones de "alta tenencia de dólares en forma privada", ya sea por parte de capitales que han ingresado al país por el "blanqueo" (regularización de capitales no declarados) y los peque?os ahorradores.
"Esto significaría que hay una situación de utilización posible y de vuelta a la circulación de dólares, lo cual para el Gobierno es importante y en general para Argentina que tiene un tema crónico de dificultades de balanza de pagos", agregó el economista.
El analista se refirió también a las recientes medidas que modifican los plazos del sistema "antidumping", una política que atribuyó a la imagen de "economía abierta" que pretende dar el Gobierno de Milei.
"La apertura significa que la competencia de la producción nacional sea directamente abierta con la competencia externa, lo cual, más allá de la balanza de pagos, hay un tema vinculado con las condiciones de las economías; sus diferentes escalas, nivel tecnológico, infraestructura, los costos en cada país que hacen que la industria argentina sea desplazada por la producción internacional", afirmó.
"Es extra?o porque en realidad las medidas 'antidumping' tienen mucho sentido. Si existen subvenciones en otras economías y no se eliminan en el período que esté planteando la nueva norma, de alguna forma la economía abierta estaría desprotegida si existieran prácticas desleales del comercio exterior", acotó el economista.
Marchini explicó que esta mayor apertura económica, bajo las actuales condiciones internas, si bien puede generar un abaratamiento de algunos bienes al beneficiar a los consumidores, hace que la competencia externa también afecte de forma negativa a la producción local, que debido a diversos factores como costos elevados, falta de tecnología o insuficiencia de escala, no pueda competir.
"Muchas empresas pymes (peque?as y medianas) están viviendo una etapa muy difícil con altos costos de insumos, tarifas, de servicios públicos, financieros que son tres veces más altos que en cualquier lugar del mundo; también por el hecho de que existe un mercado interno que ha sido muy golpeado por el ajuste económico a la economía", precisó el analista.
"Todos estos efectos tienen directamente derivados en las industrias locales, sobre todo aquellas que tienen mercado interno. Mientras que en las que tienen mercado externo, el problema es que su competitividad también está amenazada por estos altos precios relativos a la economía argentina", concluyó el economista.